jueves, 16 de octubre de 2014

El ajedrez y las ventanas



Si analizamos con detalle los resultados de Alexander Grischuk en el pasado FIDE Grand Prix Baku 2014 celebrado en Azerbaiyán vemos rápidamente que algo no encaja.

Alexander Grischuk número 5 del ranking mundial con 2797 puntos ELO aunque acabó con 6 puntos y a tan solo medio punto de los vencedores Fabiano Caruana y Boris Gelfand tuvo un inicio de torneo horrendo ya que en ocho partidas solo consiguió 3 puntos. Pero de repente,  algo pasó y, Grischuk ganó las tres últimas partidas para hacer un total de 6 puntos.

¿Cómo se produjo esta transformación?, ¿Qué le puede suceder a un jugador para dar un cambio de este calibre?, Pues igual el secreto estaba en las ventanas del hotel donde se hospedaba Alexander.



Evidentemente este cambio en el rendimiento de Grischuk no pasó desapercibido a los periodistas y en la rueda de prensa que se realiza después de las partidas se lo preguntaron al jugador. La respuesta de Grischuk no tuvo desperdicio. 




  

Para mí, el torneo costó de dos partes. En la primera parte yo me estaba esforzando pero jugando extremadamente mal, entonces me cambié a un hotel con ventanas y todo cambió completamente para mí. Simplemente no puedo vivir sin ventanas. Me sentía como si hubiese estado en un submarino durante más de una semana. Cuando me despertaba me sentía como si estuviese embarazada. Me estaba sintiendo tan mal por la mañana y durante todo el día que mi juego lo mostró muy claramente... entonces me mudé. Por supuesto tuve suerte para ganar tres de las cuatro partidas después del cambio, pero aun así, el nivel de mi juego incrementó drásticamente.                      

 

¡¡Guauuu, ahí queda eso!!!, lo primero que se me ocurre es: ¿en qué hotel se había metido Grischuk que no tenía ventanas? Pero al margen de esto, ¿tanto puede influir el estado anímico de un jugador en su juego? Pues parece ser que sí.

El deporte y la psicología siempre han estado muy unidos, uno no puede ser un campeón sino cree que es un campeón, no puedes ganar una partida si no estás convencido de que vas a ganarla y no puedes tener buenos resultados si anímicamente no estás bien

Grischuk simplemente puso más luz en su vida, su estado de ánimo cambio, su juego cambió y las victorias llegaron. 

En otros deportes hay una larga tradición en el uso de psicólogos para la motivación, recuperación después de las derrotas, etc, pero esto no se ve tanto en el ajedrez donde puede ser tan necesario o incluso más ya que estamos hablando del deporte mental por excelencia. 

Así que ya sabes, la próxima vez que tengas una mala racha y pierdas unas cuantas partidas, abre la ventana y deja que entre la luz.
 

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