Tablas
es el nombre que en el ajedrez le damos a un empate. No es algo inusual en el
deporte, aunque no todos los deportes tienen este concepto hay muchos donde la
competición siempre tiene que acabar con la victoria de uno de los
participantes. Lo que es realmente inusual es el hecho de que el empate sea acordado por
los deportistas ya que normalmente, en otros deportes, se llega al mismo como
consecuencia del juego y no por voluntad de los participantes del mismo. Para
verlo claro, en un partido de futbol tras 90 minutos sin goles o con el mismo
número de goles por cada bando se alcanza el empate.
¿Son las tablas buenas para el ajedrez? |
¿Se
imagina por un momento que en un partido de futbol los dos capitanes se
reuniesen en el minuto 13 de partido y acordasen el empate? Una locura, ¿no?
Imaginen por un momento que se les pregunta a los jugadores porque han decidido
finalizar el partido en el minuto 13 y obtuviésemos respuestas tan peregrinas
como: sabíamos que el encuentro iba a finalizar en empate, lo más normal era
acabar 0-0 y así ahorramos fuerzas para el próximo partido, o peor aún el
empate nos beneficiaba a ambos. Ridículo. Con situaciones así rápidamente el
deporte rey dejaría de serlo.
Pues
estas situaciones, y estas explicaciones son normales en ajedrez. No digo que
se den todos los días, afortunadamente tenemos gladiadores del tablero que
venden caras sus tablas, pero se dan. Es más, estas tablas rápidas y las
peregrinas explicaciones que ocasionan pueden llevar a que los jugadores que
recurren a ellas, intentando defender lo indefendible, carguen contra aquellos
que osan criticarles.
Tablas de Grandes Maestros |
¿Y
a quién benefician unas tablas rápidas sin lucha? Personalmente creo que a
nadie, ni si quiera a los jugadores que las firman, aunque evidentemente ellos
crean que sí. Está claro que no beneficia a los aficionados que esperaban ver
una buena partida, ni a los patrocinadores que han invertido su dinero para
mostrar un buen espectáculo…. ¿patrocinadores?, espera ¿qué patrocinadores?
Igual eso es parte del problema.
Porque
evidentemente si yo quiero promocionar una marca y pongo una buena suma de
dinero no quiero que el partido se acabe en el minuto 13, pago por 90 minutos
de juego, quiero lucha hasta el final. Pero, ¿de dónde viene el dinero para los
torneos de ajedrez?, ¿de patrocinadores? Rara vez. Normalmente viene de
federaciones que cobran a los aficionados por estar federados y que reciben
subvenciones del gobierno. Bueno es un dinero que hay que gastar pero no es una
inversión, no voy a exigir mucho a cambio. Otra fuente de financiación suelen ser
los mecenas, aquellos que enamorados con el juego y con una holgada situación
ecónomica deciden dar dinero para promocionar el ajedrez. Ejemplos famosos la
Sinquefield Cup y el Zurich Chess Challange. Pero no es lo mismo un mecenas que
un patrocinador. Un patrocinador espera algo a cambio de su dinero un mecenas
no. Es decir, la falta de patrocinio en ajedrez hace que en este no se exijan
los niveles de competitividad que se exigen en otros deportes.
Bueno
ya tenemos una parte del problema. ¿Pero se acaba esto aquí? Evidentemente, no.
La raíz del problema sigue siendo que dos jugadores puedan decidir a su antojo
hacer tablas cuando les da la gana. Pero esto tiene fácil solución ¿no? Cambiemos
las reglas, lo único que hay que hacer es prohibir las tablas rápidas, o
incluso las tablas en general.
La Regla Sofia se aplicó por primer vez en el torneo "M-Tel" celebrado en el 2005 |
Bueno
este tema no es nuevo y se ha repetido largamente en la historia del ajedrez.
Ejemplos recientes son la Regla Sofía, donde las tablas están prohibidas a no
ser que sean por autorización arbitral, o la Regla Bilbao que otorga 3 puntos a
las victorias, 1 punto a las tablas y 0 puntos a las derrotas.
El
problema es que estas normas no se han impuesto como una regla general, no
forman parte del ADN del juego ya que la FIDE no las ha adoptado. Queda siempre
a la voluntad de los organizadores del torneo imponer estas reglas o no.
¿Y
esto a donde nos lleva? Pues siendo humanos como somos, cada cual interpretará
las normas en su beneficio. Si delante tengo un amigo, o un jugador “teóricamente”
superior, o he dormido mal, o las tablas me benefician, o simplemente quiero
aprovechar para hacer turismo firmaré unas tablas rápidas aun en detrimento de
la calidad del torneo y del ajedrez en general.
Porque
el ajedrez, aunque parezca mentira, es uno de los deportes más violentos que
hay y ante la posibilidad de perder la tentación de salvarse con unas tablas es
muy grande. Tan grande que esa decisión no puede estar en manos de los
implicados, tan grande que esa situación no debe ser legar. Las tablas se deberían
prohibir, ser la excepción no la norma.
El problema de las tablas en ajedrez. |
¿Cómo
alguien a pagar para ver un torneo de ajedrez si nadie garantiza si las partidas
van a durar 5 minutos o 5 horas?, ¿Cómo va a patrocinar alguien un torneo de
ajedrez si no tiene asegurado el espectáculo? ¿Cómo va a ligar alguien su marca
a unos jugadores que acaban la partida en 8 jugadas?
Esto
es serio. El futuro del ajedrez de competición está en juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario