El que dice que no le importa miente. Nos endulza las victorias,
nos amarga las derrotas, nos quita el sueño, nos deprime y nos alegra. Es la
vara de medir entre ajedrecistas, si es alto causa respeto, admiración e
incluso miedo, si es bajo provoca desprecio. Nunca tienes bastante, nunca es
suficiente, perderlo es lo más temido y ganarlo lo más deseado. Es nuestro
amado ELO.
El sistema de puntuación ELO debe su nombre al físico
estadounidense Árpád Élö que desarrolló un método matemático para medir la
fortaleza de un jugador. El sistema fue utilizando
en una primera fase por la federación americana de ajedrez, USCF, para
posteriormente en 1970, ser adoptado por la FIDE.
En sus comienzos el sistema fue utilizado solo para medir
jugadores de alto nivel pero poco a poco fue extendiéndose a todos los mortales
y aquí llegó el principio de nuestra pesadilla. Porque el ELO hasta cierto
punto nos condiciona, tanto que incluso hay casos de jugadores que limitan su
juego o sus partidas para no perder ELO.
Evolución del ELO |
Porque ver he visto de todo. Jugadores que en una posición
de tablas muertas continúan jugando y jugando para no perder ELO contra un
rival inferior. Partidas con ventaja de un jugador en inferioridad de ELO que
acaban en tablas para asegurar así un incremento del mismo. Jugadores que no
arriesgan, que no disfrutan del ajedrez por miedo a perder ELO. Y hasta gente
que no juega o juega muy selectivamente para conservar un nivel de ELO que ya
no corresponde con su fuerza ajedrecística.
Y es que ELO hay de muchos tipos, porque tenemos:
- El ELO joven. Es aquel que se les da a los menores de edad o los que han empezado a jugar al ajedrez. En estos casos el factor de variación de la puntación “K” es muy alto (suele ser 40) lo cual hace que el ELO pueda subir muy rápidamente. Caso alarmante de este tipo de ELO fue el de Parviz Gasimov que paso de 1949 a 2517 en tres meses.
- El ELO fosilizado. Se le atribuye a aquellos jugadores que tienen un ELO muy alto pero que o hace años que no juegan o juegan un par de partidas al año. Suelen ser una fuente de alegría para aquellos contra los que juegan ya que su nivel de juego suele estar por debajo de lo que indica su ELO.
- EL ELO menguante. Es el que causa más desesperación, por más que se esfuerce el que lo posee nunca consigue que aumente. Bien por una crisis de juego, bien por edad, la tendencia del ELO en estos jugadores siempre es bajista.
- EL ELO mentiroso. Es traicionero ya que no muestra la fuerza real. Los jugadores que lo poseen suelen ser una fuente de disgustos para aquellos contra los que se enfrentan.
- Tu ELO. Tu tesoro, el más preciado, el más importante, el más bonito y reluciente. Por poco que sea, no lo dejes escapar.
El preciado ELO ajedrecista |
No lleguéis nunca a olvidar que no jugamos al ajedrez para
ganar ELO, jugamos al ajedrez porque nos hace felices, porque nos divierte,
porque nos apasiona pero no para ser esclavos de un número. Y sobre todo nunca dejéis
de jugar al ajedrez por no perder ELO.
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