domingo, 15 de mayo de 2016

La crueldad del ajedrez




Todo el mundo sabe que el ajedrez es un deporte cruel. Los juegos individuales en general lo son, no le puedes echar la culpa de tus errores a nadie. Pero parece que el ajedrez tiene un plus añadido. En el tenis, por ejemplo, si cometes un error perderás un punto pero no el partido completo. En el ajedrez los errores son difícilmente recuperables. Si pierdes un alfil o una torre por un descuido ya puedes dar la partida por perdida. Es más, después de horas de tensa lucha por un simple error, por un mal momento, por una mala decisión tomada en un apuro de tiempo, puedes lanzarlo todo por la borda.

El ajedrez puede llegar a ser muy frustrante
El ajedrez puede llegar a ser muy frustrante

Algo así sucedió en la partida que disputaron el GM Marc Narciso (2540) y el MI Frank Bracker (2407) en el Open Internacional de Llucmajor que se está celebrando estos días en Palma de Mallorca, España. Ambos jugadores en grandes apuros de tiempo llegaron a una posición en la cual Narciso se debería de imponer. Hay que trabajar la victoria, ciertamente, sobretodo en un final con poco tiempo y con damas en el tablero. Pero las blancas deberían hacer valer su pieza de más.

Sin embargo, Marc presionado por el tiempo y con la fatiga de varias horas de lucha jugó la kamikaze Dc3??, desprotegiendo la primera fila y suicidándose. Obligando, así, a su contrincante a darle el golpe de gracia. La jugada, aunque evidentemente erronea vista en el contexto de los apuros de tiempo, Marc disponía de 46 segundos, tiene su lógica.

Es fácil errar en los apuros de tiempo cambiando totalmente el signo de la partida
Es fácil errar en los apuros de tiempo cambiando totalmente el signo de la partida

Las blancas amenazan mate y a la par están proponiendo un cambio de damas algo claramente beneficioso para ellas en esta posición. En nuestro fuero interno, como ajedrecistas, sabemos que por fuerza una jugada que amenace mate tiene que ser buena. Por otra parte no suele estar en nuestros patrones de juego, como habitual, una posición en la cual la dama enemiga nos da mate en la primera fila apoyada por un peón. Se han dispuesto los ingredientes perfectos para que se produzca el error. Y el error se dio.

Y en ese momento, en ese preciso momento, todas las horas de lucha invertidas en la partida, todo el entrenamiento previo, toda la preparación para el torneo, todo, absolutamente todo se pierde. Y ahí radica la crueldad, y la vez la grandeza, del ajedrez. El ajedrez es intolerante al error y los humanos erramos. La práctica del ajedrez debe llevar implícita la aceptación del error como parte del juego.  Pero esa aceptación no implica que, como cuando Marc con la partida ganada erremos, nos sintamos como si nos clavasen un puñal ardiendo en medio del corazón. 


4 comentarios:

  1. Lo siento por Marc, pero a la vez me alegra ver como jugadores de ese nivel también cometen errores y eso facilita que digiera mejor los míos

    ResponderEliminar
  2. Toda forma de perder, es por error.Jamás alguien juega perfectamente;en el ambiente del principiante, la derrota es producto de "el no fijarse".

    ResponderEliminar
  3. esto me anima, creí que era el único que tenía ese tipo de errores que son, desde luego, muy frustrantes

    ResponderEliminar
  4. A todos nos pasa alguna vez, recuerdo una vez que jugando la cuarta ronda de un suizo (de 5 rondas) contra un tipo que llevaba 3 de 3 como yo, él sacrifico dos piezas y me encerró mi dama, yo estaba destrozado, ya sin animo al rato le amenazo su dama con un peón el va a mover la dama pero antes de tocar la pieza se distrae mirando mis demás piezas, vuelve atrás, analiza nuevamente y opta por mover un caballo, entonces le capturo su dama con mi peón lo que lo deja con dos piezas de desventaja! se tomó la cabeza no lo podía creer y abandonó de inmediato la partida, para la quinta y última ronda él ya no se apareció... y ese era mi día de suerte, terminé ganando ese torneo invicto!! =)

    ResponderEliminar