Después de prácticamente un año sin jugar, las últimas
partidas que se le conocen a ritmo clásico son de la Superfinal Rusa del 2014, Alexander
Morozevich reaparecía como uno de los participantes del Magistral Ciudad de
Barcelona 2015. Tengo que reconocer que siempre he sido un fan de “Moro”. Con
un juego diferente, táctico, precioso, que busca las complicaciones y rehúye de
las líneas teóricas Morozevich ha contado constantemente con una legión de
incondicionales seguidores allá donde jugara. Lo que no sabía era que
Morozevich iba a encontrarme, aquel que en los rankings online el 24 de Agosto
del 2008 fue número del mundo o el que había ido perdiendo paulatinamente
fuerza de juego hasta caer de los 2700 y situarse en la 47ª posición de la clasificación
mundial.
Alexander Morozevich durante el Magistral Ciudad de Barcelona |
Después de ver como se desarrollaron las cinco partidas que
Morozevich jugó en Barcelona creo que no fue ni uno ni lo otro. Ni nos
encontramos con aquel Morezevich que barría con furia a todos aquellos que se
le ponían por delante ni al que parecía darle todo igual y perdía partida tras
partida sin sentido. Como diría el gran Joaquín Sabina en su conocida canción “Tan
joven y tan viejo”:
Cada noche me invento.Todavía me emborracho.Tan joven y tan viejo, like a Rolling Stone.
Porque Morozevich, a sus 38 años, ganó pero no convenció.
Fue el campeón del Magistral Ciudad de Barcelona pero empatado a puntos con el
gran maestro paraguayo Axel Bachmann y solo porque el primer método de
desempate fue el número de partidas con negras porque si llega a ser el
resultado individual hubiese ganado Bachmann que derrotó a Morozevich en la
última ronda.
Alexander Morozevich, Hipólito Asis y Miguel Illescas en el post-mortem de la primera ronda |
Ya en la primera partida vimos que Morozevich no era el de
antes. Sin más se metió en una absurda complicación donde quedó con torre de
menos. Y no es que Morozevich sepa gestionar con precisión el riesgo, como le
he leído a algún famoso comentarista, la partida estaba totalmente perdida.
Solo una combinación de nervios, apuros de tiempo y tensión consiguieron pasase
de pérdida a tablas para finalmente decantarse a favor de Morozevich. Una
locura que, a buen seguro, no habría funcionado contra un 2700.
En esta posición los módulos de análisis dan 5.25 de ventaja al blanco aunque acabó perdiendo |
Pero no solo de jugadores de élite vive el aficionado al
ajedrez y el Magistral Ciudad de Barcelona nos ofreció bastantes cosas más. Hay
dos finales que son dignos de mención.
El primero fue el que enfrentó a Marc Narciso contra Alex
Bachmann. Tras una dinámica partida de ataque con enroques opuestos ambos
jugadores firmaron tablas en la siguiente posición:
Juegan negras. ¿Tablas?, No, el blanco tiene una maniobra ganadora. |
Juegan las negras, y los módulos de análisis dicen que ganan
las blancas. ¿Alguna idea? No es fácil, hay que decir que a un GM se le pasó
pero las blancas tienen un maniobra ganadora.
En la última ronda, Hipólito Asis aunque ya tenía la partida
ganada, remató con una gran jugada.
¡Qué bonito! 62. ..., Cc3+ 63. bxc3, f4 |
¡Si señor!, Cc3 y después de bxc3, f4 las blancas no pueden
parar simultáneamente todos los peones perdiendo la partida.
¡Qué bonito! Así da
gusto ver jugar al ajedrez. Quizás deberíamos fijarnos menos en el ELO y en el
nombre de los jugadores y más en las jugadas.
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